Una de las principales causas de lesión en el triatleta es el exceso de entrenamiento. Un triatleta profesional suele entrenar entre 15 y 45 horas a la semana, dependiendo del momento de la temporada y la modalidad en la que compita.
Independientemente de si el deportista es profesional o no, es primordial que el descanso se tome como parte indispensable del entrenamiento. Es necesario tener un día o dos de descanso a la semana según el momento de la temporada y el estado físico del deportista. Durante el descanso, el sistema musculoesquelético y el cuerpo en general se repone y activa sus funciones de limpieza necesarias para compensar el exceso de metabolismo que se da durante el entrenamiento.
Tener una buena planificación de las sesiones de entrenamiento durante la temporada ayuda a dosificar fuerzas y a minimizar el riesgo de lesión por cansancio acumulado. Hay que tener en cuenta también el ritmo de entrenamiento, este debe incrementarse paulatinamente conforme a unos objetivos reales marcados. Indistintamente se recomienda no entrenar cansado o con falta de motivación, pues puede acarrear lesiones por fatiga o por falta de atención en el desarrollo de la técnica.
En el día de descanso suele recomendarse una buena sesión de stretching general, una sesión de relajación o meditación, paseos o la toma de saunas o baños de contrastes. Es aconsejable que la sesión intensa de tratamiento corporal semanal se de el día previo al de descanso, al finalizar el entrenamiento, para que en el día libre el cuerpo responda y reaccione al tratamiento con toda calma.
Para no acumular cansancio cada día es muy importante tener un sueño reparador. Para ello es esencial tener en cuenta ciertas pautas básicas. Antes de irse a la cama no es recomendable comer copiosamente, a ser posible abstenerse de pastas, carne y pescado, pues la digestión de estos alimentos es lenta y requiere un mayor gasto energético y por lo tanto perturbará el sueño. Es recomendable tomar en la cena alimentos cocinados, o al vapor, e ingerir alimentos a una temperatura templada o caliente, de esta manera se favorecerán la digestión. Tampoco es conveniente cenar alimentos picantes, tomar alcohol, tabaco, te o café pues son excitantes. Los azúcares ingeridos en la cena, además de ser excitantes son innecesarios pues estos apenas les daremos uso durante el sueño. No es recomendable tampoco tomar infusiones vitalizantes antes de ir a dormir (ginsen, gengibre) aunque si están indicadas las infusiones de azahar, melisa, valeriana, tila (relajantes) o espino blanco (regulador nervioso). Es muy reconfortante y beneficioso para conseguir un buen descanso tomar un baño o ducha con agua caliente antes de irnos a la cama, dirigiendo el chorro de agua allí donde tengamos tensión muscular acumulada del entrenamiento.