Normalmente no suele darse demasiada importancia a la educación de la respiración en el deporte. Esta debería estar centrada no solo en la coordinación con el movimiento y en aumentar la capacidad del volumen respiratorio, sino también en desarrollar una respiración completa en la que intervenga toda la musculatura respiratoria y la totalidad del area pulmonar.
Aumentar la calidad de la respiración determina favorablemente la nutrición de las células y la optima evacuación de los desechos resultantes del metabolismo celular. Por consiguiente un mejor funcionamiento del metabolismo con un menor gasto energético y un aumento de la resistencia física. Por ello es recomendable trabajar otros aspectos de la calidad de la respiración.
En esta ultima década, el acercamiento entre el Yoga y el deporte va en aumento. Los deportistas comienzan a practicar Yoga y por ende Pranayama como complemento a su actividad deportiva. Se busca en esta práctica diferentes efectos: aumentar la conciencia corporal, ganar flexibilidad, eliminar estrés y aumentar la calidad respiratoria.
El Pranayama también llamada ciencia hindú de la respiración, forma parte del Yoga y trabaja sobre la respiración y sus beneficios desde hace 5 mil años. Es un ejercicio de atención que con la práctica nos ayudará a sacar un mayor rendimiento y disfrute del deporte que desarrollamos.
Normalmente, los ejercicios de Pranayama suelen combinarse con otros de Yoga físico en sus diferentes vertientes ( Ashtanga, Hatha, Vinyasa..). En la práctica de Pranayama no combinada con yoga físico, se aconseja al principio practicar tan solo unos minutos al día en combinación con ejercicios de relajación y meditación. Suele practicarse al comienzo del día, al finalizar los entrenamientos o bien al final del día.