sistema inmune y naturopatia

El Sistema Inmune funciona como una barrera natural de protección ante agentes perjudiciales ya sean externos o internos. Un Sistema Inmune fuerte es la mejor defensa ante la enfermedad. Los diferentes sistemas, (Inmune, Nervioso, Endocrino, Circulatorio, Musculoesquelético, etc) funcionan en sincronía y se encuentran íntimamente interelacionados, de manera que una afectación o desorden en uno de ellos influye necesariamente en los demás, afectando sus funciones orgánicas, metabólicas y químicas.

El estado natural del cuerpo es estar sano. El cuerpo humano actúa como una biomáquina que se adapta en todo momento a nuestros requerimientos, costumbres y actitudes. Así como la naturaleza se recupera y se equilibra por sí misma cuando se deja de actuar negativamente sobre ella, de igual forma el cuerpo humano funciona como un organismo vivo natural. La homeostasis es la capacidad que tiene el cuerpo de autoregenerarse y se autoregularse favoreciendo así el equilibrio y la estabilidad interna para el correcto funcionamiento de sus funciones..

Así pues, se hace necesaria unas pautas de vida saludable para que el cuerpo funcione en consecuencia y se encamine por el sendero de la salud. Las rutinas y prácticas saludables son una manera sencilla, asequible y eficaz para la prevención, fortalecimiento y recuperación de los diferentes Sistemas. Estas prácticas saludables deberían tomarse, no para un momento determinado sino como una rutina diaria, una forma de vida. La prevención se vuelve aquí un pilar fundamental para nuestra salud evitando así que el desorden interno se establezca. Los frutos de estas prácticas de vida se muestran poco a poco y llevan su tiempo. Siempre darán frutos positivos, aunque eso sí siempre dependerán principalmente de nuestro grado de implicación, responsabilidad, estado de salud y edad.  

Estas prácticas podrían dividirse en varias áreas: 

ALIMENTACIÓN
Eligiendo alimentos realmente nutritivos y eliminando aquellos que afectan negativamente a nuestro organismo conseguiremos que las funciones orgánicas y metabólicas funcionen de una mejor manera. Eliminando por ejemplo el azúcar, alimentos precocinados, comida industrial, bebidas carbonatadas, etc. y apostando por alimentos naturales, orgánicos y/o ecológicos ya sean de origen vegetal o animal ayudaremos a que nuestro Sistema Inmune se nutra de todos los elementos químicos y orgánicos necesarios para su correcto funcionamiento, a la vez que eliminamos la ingesta de tóxicos y elementos de difícil digestión y síntesis.

PLANTAS MEDICINALES
En Naturopatía y en el uso tradicional existen plantas tan eficaces como la Echinacea, el astrágalo, la canela, el clavo, etc. que ayudan a fortalecer el Sistema Inmune. Estas pueden combinarse adecuadamente, según el caso, con otras indicadas por ejemplo para regular la digestión, la excreción o la circulación. Esta mezcla de plantas se pueden incorporar en nuestra rutina diaria, mediante una infusión única, tomada un par de veces al día.

DEPORTE
El sedentarismo degenera y altera nuestro Sistema Inmune. Se debe elegir la práctica deportiva que más se adecue a nuestras circunstancias, momento físico y de salud en el que nos encontramos. Tenemos que tener en cuenta que esta práctica ante todo nos debe gustar, ser divertida y agradable, pues esto nos ayudará a la motivación, a no abandonar y a disfrutar de los beneficios desde el primer día. Una práctica progresiva, continua, consciente y con objetivos reales y adecuados evitará lesiones y dará su máximo fruto.

RELAJACIÓN Y/O MEDITACIÓN
El estrés y el miedo bajan y alteran drasticamente el sistema inmunitario. Lo debilita y/o hace que este responda de forma anómala mediante una hiper o una hipo estimulación. La práctica diaria de la relajación consciente y/o meditación ayuda a minimizar significativamente los niveles de estrés y miedo, y por lo tanto disminuir sus nefastas consecuencias fisiológicas.

CONTACTO CON LA NATURALEZA
Vivir o estar en contacto habitual con espacios abiertos ( monte, playa, parques; la relación con animales, sentir la brisa, el sol y el mar), influyen positivamente sobre el ánimo y el vigor del cuerpo. Esto hace que el Sistema Nervioso se regule, y por ende nuestro sistema inmune se sienta fortalecido.

RELACIONES SOCIALES
Por contra al aislamiento social, las relaciones sociales positivas, cooperativas y constructivas favorecen la segregación y a la regulación de determinadas sustancias químicas que afectan a nuestra fisiología y metabolismo influyendo directamente sobre el buen funcionamiento del Sistema Inmune.